Amar a un ser humano es también atreverte a
establecer tus propios limites y mantenerlos firmemente; es respetarte a ti
mismo y no permitir que el otro transgreda aquello que consideras tus derechos
personales; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a
que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin
ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin
intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo
con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar
los desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos
divergieran sin remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía,
de tal manera que ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos.
Humbeto Maturana
Amar a un ser humano es atreverte a
expresar el cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y
sonrisas; de la caricia firme y delicada, de tu abrazo vigoroso, de tus besos,
con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto lo valoras
por ser quien es, cuánto aprecias sus riquezas interiores, aún aquellas que él
mismo desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la
semilla que se encuentra dormida en su interior; es hacerle sentir que su
desarrollo personal te importa honestamente, que cuenta contigo; es permitirle
descubrir sus capacidades creativas y alentar su posibilidad de dar todo el
fruto que podría; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y
cooperar de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y
más llena de sentido.
Humberto Maturana
Amar a un ser humano es ser suficientemente
humilde como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del
que nada necesita; es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé
lo que no puede o no desea; es agradecerle a la Vida el prodigio de su existencia
y sentir en su presencia una auténtica bendición en tu sendero; es disfrutar de
la experiencia sabiendo que cada día es una aventura incierta y el mañana, una
incógnita perenne; es vivir cada instante como si fuese el último que puedes
compartir con el otro, de tal manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan
profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo
cotidiano sea siempre una creación distinta y milagrosa.
Humberto Maturana
Amar a un ser humano es disfrutar de la
fortuna de poder comprometerte voluntariamente y responder en forma activa a su
necesidad de desarrollo personal; es creer en él cuando de si mismo duda,
contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido,
apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con
firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y
acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su
desdicha; es compartir en el presente por el simple gusto de estar juntos, sin
ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responderle
libremente.
- Humberto Maturana