LA ENTREVISTA CON JACQUES SCHECROUN, ABOGADO
Jacques Schecroun:
"El amor nadie te lo puede dar ni quitar"
Acaba de publicar Un empujoncito: un cuento sobre las carencias y faltas. Preside el festival Otra Manera de Amar, que se celebra en
Normandía.
--Sostiene usted que la búsqueda de sensaciones solo sirve para
llenar un vacío personal.
--Nos pasamos la
vida buscando sensaciones. Sensaciones como los juegos, los deportes;
excitación con mujeres y hombres... Incluso la guerra es una sensación. La
pregunta que nos tendríamos que hacer es: ¿qué queda después de todo eso?
--¿Qué queda?
--Nada, no queda
nada. Puedes tener buenos recuerdos de las sensaciones que experimentaste con
tu amante, o con 500 amantes, pero, aparte de los recuerdos, no te queda nada.
Entonces ¿por qué buscamos esa sensación?
--Usted dirá.
--Porque creemos que
hay un vacío en nuestro interior, y nos resulta inaceptable que exista ese
vacío. Y tenemos que llenarlo de alguna forma. Con la búsqueda de sensaciones y
de objetos.
--¿Hay vacío?
--No, no hay vacío.
¡La mayoría dedica buena parte de su vida a llenar un vacío que en realidad no
existe! Compran compulsivamente, buscan sensaciones nuevas compulsivamente,
cuando en realidad el vacío no existe.
--¿Pues qué hay?
--Hay lo que somos,
y lo que somos llena el vacío.
--Dice que no hay diferencia entre Dios y la esencia de quienes
somos verdaderamente. ¿Es usted un poco Dios?
--En la tradición
judeocristiana no puedo decir que soy Dios. Pero si digo que soy
Dios y que tú eres
Dios, queda claro que Dios somos todos.
--Desde hace cinco años, organiza en Normandía un festival que se
llama Otra Manera de Amar.
--Hace tiempo que he
observado que hay un gran error social con respecto al amor. Nos han enseñado
que el amor te lo dan y te lo pueden quitar. Eso no es posible. Cuando oigo en
la calle o en el supermercado que una madre riñe a su hijo porque no se ha
portado como ella quería, y que implícitamente le amenaza con no quererle más,
me pongo muy nervioso. ¿Cómo es posible que una madre que ha dado a luz a un
niño pueda insinuar que no lo va a querer más?
Seguramente eso va a
acabar con malas notas en la escuela. Y ese amor mal entendido está en la base de
muchos conflictos de nuestra sociedad, también de la violencia.
--Lo lleva usted muy lejos...
--Es así. Se
transmite ese error de generación en generación, pensando que es la verdad.
Pero no lo es.
--¿Cuál es la verdad?
--Que somos amor. No
es asunto de tener amor o no tenerlo, de que me lo dé otra persona o me lo
quite, sino de que el amor es lo que somos. El amor no te lo pueden quitar.
--¿Cuándo lo descubrió usted?
--Hace relativamente
poco. Durante muchos años he vivido sin saberlo, como la mayoría de la gente.
Hasta que comprendí que no tengo que esperar el amor de otro, porque amor es lo
que soy.
--Ha escrito un cuento sobre las carencias y las faltas. Este es
un ejemplo de los varios que cita: "No hay mejor lugar que en el que uno
se encuentra".
--Un proverbio chino
dice que allá donde vayas te vas a encontrar a ti mismo. Si huyes para mejorar
tu vida, es importante que sepas que adonde vayas te vas a encontrar con
problemas semejantes a los que tienes en Barcelona.
--"La falta de medios es una excusa para la falta de
creatividad".
--Me choca cuando
los profesores dicen que les faltan medios, y que sin medios no pueden dar
clases. ¿Qué necesitaba Sócrates? Quizá un poco de sombra, en Grecia. Pero nada
más. La falta de medios es el pretexto para la ausencia de la creatividad.
Creatividad en el sentido amplio: la mesa de un restaurante, con sus platos, es
creatividad.
--Los profesores de repente se han encontrado con centenares de
miles de alumnos nuevos.
--Si eres
conferenciante para 100 personas, estarás contento. Si das la conferencia para
200 personas, estarás más contento. ¿Por qué no pasa lo mismo en la escuela?
--Cambiemos de tema. Usted da las gracias a las faltas, a los
errores.
--Sin mis faltas no
habría entendido nada. Las faltas son un regalo de la vida. Nosotros mismos nos
creamos las pruebas a superar, porque con ellas vamos a crecer y a aprender lo
que hemos venido a aprender.
--¿Creamos nuestros problemas?
--De alguna manera,
sí. Nadie más que nosotros crea nuestras experiencias. Para mí fue un descanso
aceptar la idea de que nadie, ni siquiera Dios, habría podido impedir que lo
que pasó se produjera. Y a partir de entonces me sentí aliviado de mi inmensa
carga y pude adaptar a mi persona lo que decía el poeta Kazantzakis: "Sois
vuestros pinceles y vuestros colores, pintad el paraíso y entrad en él".
Encontrado en : ONG AdA.
ASOCIACIÓN de AUTOAYUDA
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