martes, 31 de enero de 2012

Los cinco lenguajes del amor II



LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR:                       1. Palabras que ayudan.
                Las palabras de gratitud, de reconocimiento, de aprecio, de ánimo, pueden ser una forma de expresar amor muy valiosa. ¿Qué ambiente podría crear en nuestras relaciones una frecuencia de palabras como “Hay que ver qué guapa estas con esa ropa”, o “Gracias por ayudarme con eso o aquello.” A veces, ya sea porque la crítica es lo más fácil o porque la verdad es que nos satisface hablar con despotismo decimos, “¿Vas a bajar la basura o esperas a que las moscas se la lleven al contenedor?” Sin embargo cuando recibimos palabras de ánimo o gratitud estamos mucho más abiertos a responder a los deseos del otro que cuando recibimos una demanda cargada de criticismo.

A. Palabras de ánimo
Animar significa “dar aliento.” Esa es una forma en que tus palabras pueden expresar tu amor. Todos nosotros tenemos áreas en las que nos sentimos inseguros. Nos falta ese ánimo que nos impide hacer lo que soñamos. Es muy dudoso que estemos usando plenamente nuestras capacidades y es seguro que sin ningún reconocimiento es imposible desarrollar todo nuestro potencial. Puede que en tu pareja haya capacidades sin desarrollar que en un sentido esperan de tus palabras para poder ponerse en marcha porque la inseguridad las detiene. A menudo, ocupados en nuestra  profesión y vocación, pasamos por alto las capacidades que la pareja pueda tener sin desarrollar. A veces son la venida de los hijos los que impiden el desarrollo, pero nuestra indiferencia o desinterés puede ser igualmente una causa. Animarla con palabras, animarle a tomar un curso o a entrevistarse con estos o aquellos, son formas en que expresamos nuestro amor hacia ella.
Eso sí, dar ánimo requiere empatizar y ver el mundo desde la perspectiva del otro. Lo importante no es lo que nosotros consideramos importante, sino lo que nuestra pareja considera importante. No son nuestras aptitudes sino las de él o ella. No se trata de animar para que hagan nuestros pensamientos sino de animar para que cumplan sus perspectivas o esperanzas.
B. Palabras amables
Por encima del contenido de nuestras palabras es nuestro tono el que da el significado. Una misma frase puede invitar a la intimidad o quebrar la comunicación. Las palabras pueden provocar casi irresistiblemente a la ira o pueden aplacar un enojo. Puedes incluso expresar ofensas o faltas de comportamiento de una manera que invite a la restauración en vez de a la discusión.
                Como humanos una de las palabras amables que necesitamos son las de perdón, pues seguro que de vez en cuando más o menos involuntariamente nos ofendemos. Errores y ofensas del pasado una vez confesadas y perdonadas no han de salir de nuevo. Una actitud de juez implacable, de exigencia, de rencor, no puede construir una intimidad.
Para ello necesitamos el perdón. El perdón no es un sentimiento sino un compromiso. “Aunque quizás pueda necesitar todavía algún tiempo para curar mi herida esto no va a surgir entre nosotros como un conflicto.” Esta también es una amabilidad necesaria en nuestras palabras.
C. Palabras en humildad
El amor pide, no exige. Si exijo me convierto en el padre y mi pareja en la niña o niño de tres años que no sabe lo que debe hacer. Hemos de tener siempre en mente que en la pareja somos dos personas adultas e iguales, somos socios, compañeros. Para construir una intimidad es necesario conocer los deseos y necesidades de la persona con la que deseamos tener esa relación. A veces podemos expresar nuestros deseos, preguntar por los suyos, pero siempre dando o pidiendo guía de cómo expresar amor, no presentando ultimatums.
Ni siquiera una madre dominante o un padre exigente pueden construir una intimidad con sus hijos si mantiene una actitud implacable, ¿cuánto menos con un adulto? Necesitamos dar la opción de elegir responder a nuestra petición o no. Ante la elección se puede responder en amor, pero ante la exigencia el amor se asfixia.
Las palabras son un vehículo muy importante para expresar afecto.
No obstante, aunque importante puede que no sea la forma más importante para ti. Ya sea por las circunstancias de nuestra niñez, ya sea por diferentes circunstancias que han podido desencadenar una falta de amor en la pareja, lo que para mí puede ser muy importante para ti no lo es. Entre las formas en que expresamos afecto hay otro segundo lenguaje.

V. LOS LENGUAJES DEL AMOR                  2. Tiempo de calidad
Cuando hablamos de tiempo de calidad, hablamos de dar a alguien tu atención exclusiva. No se trata de sentarse en la tele, juntos sino de que con la tele apagada, mirándose el uno al otro a los ojos se comparta una atención centrada en el otro. Significa ir a dar un paseo juntos, hacer cosas juntos pero con la atención dirigida plenamente el uno al otro. A veces en un restaurante puedes ver la diferencia entre unos novios y un matrimonio. Los novios se miran a la cara, el matrimonio mira alrededor. Parece que el matrimonio va al restaurante a comer y no a estar juntos. Cuando damos nuestra atención en exclusiva estamos dando nuestro tiempo, estamos compartiendo y dando nuestra vida. Eso es una expresión de amor.
En el tiempo de calidad, lo que estamos forjando es una intimidad. Una intimidad que no tiene que ver con lo cerca que estemos físicamente uno del otro. Tampoco quiere decir sexo. Estamos hablando de enfocar nuestra atención el uno en el otro. Hablamos de unanimidad un aspecto central de este tiempo de calidad. Si un padre rueda una pelota jugando con su hijo de dos años, su atención no está en la pelota sino en el niño. Si además de rodar la pelota está hablando con un cliente por el móvil, aunque esté cerca de su hijo físicamente, no podemos hablar de unanimidad.
Cuando hablamos de enfocar la atención en el otro no estamos hablando de mirarnos a los ojos sin nada que decir o hacer. Hablamos de hacer cosas juntos, donde lo que hacemos no es lo importante sino que lo central es que estamos juntos en la actividad. Podemos jugar a tenis con nuestra pareja, subir a un monte. Entonces no importa quién gana, ni importa la altitud del monte que estamos subiendo. Lo que importa es lo que sucede en el plano emocional, estamos haciendo algo juntos.
Algunas variantes de esta forma de expresión de amor.
La conversación de calidad es una forma importante de pasar tiempo juntos de calidad. Hablamos de compartir experiencias, sentimientos, pensamientos, opiniones, deseos. Esto no es lo mismo que lo que hablábamos en el primer lenguaje de amor “palabras de ánimo.” Entonces hablábamos de lo que decimos. Ahora quizás nos referimos más a cómo escuchamos. Si amo a mi pareja, a mi hijo, necesito escucharle sin demandar que diga lo que yo pienso. Puedo opinar, puedo preguntar, pero sobre todo con respeto y sincera atención. Tristemente la conversación se puede volver en una competición de ideas. Esto no debe ser así, debemos construir un respeto mutuo que nos dé libertad para expresarnos.
Aquí hay algunas sugerencias para la calidad de nuestras conversaciones.
1. Mantén un contacto visual con tu pareja cuando te está hablando.
2. No hagas otra cosa mientras escuchas, si es que quieres que eso sea una conversación de calidad.
3. Más allá de las palabras trata de comprender el corazón del que habla.
4. Observa el lenguaje corporal.
5. No interrumpas cuando el otro está hablando.
Para una buena conversación quizás también hemos de aprender a hablar. A veces no sabemos expresarnos de corazón. Hemos atrofiado la capacidad de expresar nuestros sentimientos y opiniones. Hay quienes en su crecimiento nunca se dio lugar para que expresaran sus sentimientos.
Para tener una relación de intimidad hemos de conocer nuestros sentimientos, poder expresarlos, y poder entender los del otro.
En cuanto a la expresión, también tenemos la influencia de nuestras diferentes personalidades. Hay quien recibe muchas experiencias en el día pero es feliz sin contarlas. Estas personas podrían ir en un viaje de Pamplona a Sevilla, hablar muy poco, y ser felices con ello. En el otro extremo hay quienes todo lo que entra por el oído o la vista tiene una expresión por la boca.
A menudo estos dos extremos se encuentran y se casan. Todo es estupendo, un gran comunicador con una buena oyente, o viceversa. Pero al cabo de 5 años de matrimonio el comunicador se levanta una mañana y dice, “bueno, realmente no le conozco.” El buen oyente, por otra parte dice, bueno, querría tener un descanso o que por una vez fuese escuchado.
 En estos casos debemos aprender nuevas formas de comportamiento.
Nuestra personalidad realmente nos influencia, pero es sencillamente “cómodo” decir que nos controla. Sería positivo al menos intercambiar tres cosas al día el uno al otro. Y uno tendrá que aprender a escuchar y el otro a expresarse. Esto puede fraguar un buen comienzo de expresión mutua.
                Otra forma de tener tiempo de calidad es planeando actividades juntos. Cuando uno de la pareja expresa su insatisfacción porque ya no se hacen cosas juntos, normalmente es un claro indicativo de que su necesidad es de tiempo de calidad. La actividad en un sentido es indiferente, la dictara el deseo de quien tiene la necesidad.

Los lenguajes del amor :                             3 Los regalos.
Uno de los ingredientes más comunes en las relaciones humanas de las diferentes civilizaciones de la humanidad es el intercambio de regalos. ¿Puede ser que por encima de idiomas y costumbres el regalo es una expresión entendida por nuestra naturaleza humana como muestra de aprecio? Sí, es así. Y a veces no es lo costoso en dinero que el regalo pueda costar. Lo que importa es su significado. Alguien se ha acordado de ti y se ha tomado el trabajo de buscar algo que exprese su afecto por ti. Cuánto habla un regalo del día del padre. Qué recuerdos los trabajos manuales de los hijos. Probablemente podríamos considerar a los niños y sus iniciativas en traer regalos como una muestra de lo importante que es para ellos.
 Si éste es el lenguaje de tu pareja o tu hijo, no importa si tú no has recibido regalos en tu infancia y por ello no estás habituado a hacerlo. De hecho esta es la forma de expresar amor más fácil de aprender. Por dónde empezar? Recuerda los regalos que ha mencionado, o los que has regalado y especialmente le han gustado. Entonces puedes ver qué tipos de regalos aprecia.
 Quizás si tienes que entrar a considerar este lenguaje de amor, tendrás que redefinir para ti mismo el propósito del dinero. Hay quien el ahorro lo considera lo más satisfactorio que se puede hacer con el dinero. No te compras cosas ni para ti. Pero al hacer regalos estás invirtiendo en el tanque de amor de tu pareja. Eso es muy rentable.
Hay un regalo importante, es el de uno mismo. Por encima de cosas, uno mismo es quien ha de darse o las cosas perderán su significado. Una presencia física en tiempo de crisis es el regalo más importante que puedes dar. Y hemos de ser sensibles respecto a cuándo hacer esto. Podemos dar mucho tiempo pero sin el clímax fallamos puede que no se recuerde nada de lo que hayamos hecho. Por otra parte, si tú esperas que tu pareja esté presente en un momento importante, exprésalo. No esperes que lea tu mente.
En conclusión, lo cierto es que la esencia del amor es dar, y para algunos eso se materializa con muestras, gestos, objetos que se intercambian..
Lenguajes del amor:                     4 Actos de Servicio
Aquí entramos en un área que tristemente a menudo está rodeada de conflictos. El conflicto a veces viene de niños que aunque al crecer desean privilegios de adultos, rehúsan crecer en las responsabilidades inmediatas de estudios, sus cuartos, y a veces su propia higiene. En otros casos son hombres que por haber sido servidos en su juventud asumen como un deber de sus esposas las tareas no sólo del hogar sino de sí mismos. En cualquiera de los casos, la esposa y madre acaba asumiendo un trabajo a menudo no reconocido y a veces no agradecido sino en cierta forma exigido.
En un contexto así es obvio que el amor tiene que tener un efecto real en el trabajo diario. Y para algunos o algunas, el trabajo o servicio es la forma principal en que se muestra amor. No podemos ignorar que detrás de una comida elaborada hay un amor que se expresa, y detrás de una demanda de ayuda hay una necesidad. Es cierto, peticiones dan dirección al amor para que puedan expresarse mientras que las demandas lo obstaculizan, pero normalmente reflejan una necesidad. Hemos de rechazar las demandas como nuestro medio de expresión o produciremos ira y distanciamiento. Pero si el otro lo expresa, debemos ser sensibles a ello.
El servicio se detiene por demandas. Las demandas surgen por fallar las expectativas, por desengaños.
Aprender este lenguaje quizás para algunos significará modificar estereotipos o roles que hemos recibido por tradición. Antes, los estereotipos venían de nuestros padres. Ahora son los medios de comunicación han multiplicado los moldes o ejemplos. El resultado no es que no hay estereotipos sino que estos se han multiplicado. Hay más posibilidades para que no coincidamos en los ideales que tenemos el uno del otro y por ello debemos enfocarnos uno en el otro.

LENGUAJES DEL AMOR:                               5 El Contacto físico.
                Un lenguaje muy evidente en nuestra constitución humana es el contacto físico. Sólo tenemos que ir a estadísticas médicas para constatar que bebés que han sido abrazados, cogidos, etc. tienen un mayor equilibrio emocional que quienes han estado solos por largos períodos de tiempo. En la pareja, por supuesto, el contacto físico es muy importante.
Para algunos es la forma principal en que se sienten amados.
 Cuando hablamos de contacto físico por supuesto incluimos el sexo, pero no solamente hablamos de ello. La forma en que vamos a expresar afecto será determinada por quien amamos. No es lo que nosotros queremos sino lo que el otro quiere.
Todos somos conscientes de la importancia del sexo en la pareja. Pero cuando esta es la principal forma en que uno de los dos expresa y entiende amor, no es desperdicio dedicar tiempo a conocerse y desarrollar una buena relación física.
 Por otra aparte en los hijos igual pueden tener esta necesidad de ser abrazados, acariciados, etc.
Qué pasa cuando alguien nos rechaza la mano?

CRISIS Y EL CONTACTO FÍSICO.
En un momento de crisis, nos abrazamos el uno al otro. Por qué? porque en realidad es un momento en que las palabras no sirven para comunicar la profundidad de nuestro sentir. Aún más para quien el contacto físico es la forma principal de percibir afecto, las palabras no serán suficientes. Solo abrazos y contacto físico suplirán la necesidad y se recordará por largo tiempo.

Descubriendo tu lenguaje.
Algunas pautas para poder discernir tu lenguaje principal.
1. Qué te hace sentir amado más que otra cosa?
2. Mirando a lo negativo, qué te hace sentir menos amado? Qué te hiere más?
3. Qué he pedido más a mi pareja? Probablemente no lo hemos expresado bien si es que ha habido un desencuentro, pero nos habla de nuestras necesidades.
4. Qué escoges en forma natural para expresar tu afecto a tu pareja? 

La química del Amor


Francisco Muñoz de la Peña Castrillo,
IES Carolina Coronado, Almendralejo

Con este artículo pretendo ofrecer en un tono divertido y ameno una visión fundamentalmente química de algo tan sencillo como maravilloso que nos ocurre a todos alguna vez en la vida: ¡Enamorarnos!

Los poetas nos han deleitado cantando al más maravilloso de los sentimientos desde todos los ángulos y con infinitos matices, pero los químicos también tenemos cosas que decir al respecto, quizás menos seductoras pero no por ello menos importantes.

¿Por qué nos enamoramos de una determinada persona y no de otra? Innumerables investigaciones psicológicas demuestran lo decisivo de los recuerdos infantiles -conscientes e inconscientes-. La llamada teoría de la correspondencia puede resumirse en la frase: "cada cual busca la pareja que cree merecer".

Parece ser que antes de que una persona se fije en otra ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra. El sexólogo John Money considera que los niños desarrollan esos mapas entre los 5 y 8 años de edad como resultado de asociaciones con miembros de su familia, con amigos, con experiencias y hechos fortuitos. Así pues antes de que el verdadero amor llame a nuestra puerta el sujeto ya ha elaborado los rasgos esenciales de la persona ideal a quien amar.

La química del amor es una expresión acertada. En la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que explican buena parte de los signos del enamoramiento.

Cuando encontramos a la persona deseada se dispara la señal de alarma, nuestro organismo entra entonces en ebullición. A través del sistema nervioso el hipotálamo envía mensajes a las diferentes glándulas del cuerpo ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina (neurotransmisores que comunican entre sí a las células nerviosas).

Sus efectos se hacen notar al instante:

El corazón late más deprisa (130 pulsaciones por minuto).
La presión arterial sistólica (lo que conocemos como máxima) sube.
Se liberan grasas y azúcares para aumentar la capacidad muscular.
Se generan más glóbulos rojos a fin de mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea.
Hay dos cosas que el hombre no puede ocultar: que está borracho y que está enamorado
Antífanes -388-311 a. C.-, comediógrafo griego

Los síntomas del enamoramiento que muchas personas hemos percibido alguna vez, si hemos sido afortunados, son el resultado de complejas reacciones químicas del organismo que nos hacen a todos sentir aproximadamente lo mismo, aunque a nuestro amor lo sintamos como único en el mundo.

Ese estado de "imbecilidad transitoria", en palabras de Ortega y Gasset, no se puede mantener bioquímicamente por mucho tiempo.

No hay duda: el amor es una enfermedad. Tiene su propio rosario de pensamientos obsesivos y su propio ámbito de acción. Si en la cirrosis es el hígado, los padecimientos y goces del amor se esconden, irónicamente, en esa ingente telaraña de nudos y filamentos que llamamos sistema nervioso autónomo. En ese sistema, todo es impulso y oleaje químico. Aquí se asientan el miedo, el orgullo, los celos, el ardor y, por supuesto, el enamoramiento. A través de nervios microscópicos, los impulsos se transmiten a todos los capilares, folículos pilosos y glándulas sudoríparas del cuerpo. El suave músculo intestinal, las glándulas lacrimales, la vejiga y los genitales, el organismo entero está sometido al bombardeo que parte de este arco vibrante de nudos y cuerdas. Las órdenes se suceden a velocidades de vértigo: ¡constricción!, ¡dilatación!, ¡secreción!, ¡erección! Todo es urgente, efervescente, impelente... Aquí no manda el intelecto ni la fuerza de voluntad. Es el reino del siento-luego-existo, de la carne, las atracciones y repulsiones primarias..., el territorio donde la razón es una intrusa.

Hace apenas 13 años que se planteó el estudio del amor como un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral, pasa a las neuronas y de allí al sistema endocrino, dando lugar a respuestas fisiológicas intensas.

El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la FENILETILAMINA, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas.

Al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), norepinefrina y oxiticina (además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser además un mensajero químico del deseo sexual), y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado. Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño.

El affair de la feniletilamina con el amor se inició con la teoría propuesta por los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, que sugirieron que el cerebro de una persona enamorada contenía grandes cantidades de feniletilamina y que sería la responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos enamorados.

Sospecharon de su existencia mientras realizaban un estudio con pacientes aquejados "de mal de amor", una depresión psíquica causada por una desilusión amorosa. Les llamó la atención la compulsiva tendencia de estas personas a devorar grandes cantidades de chocolate, un alimento especialmente rico en feniletilamina por lo que dedujeron que su adicción debía ser una especie de automedicación para combatir el síndrome de abstinencia causado por la falta de esa sustancia. Según su hipótesis el, por ellos llamado, centro de placer del cerebro comienza a producir feniletilamina a gran escala y así es como perdemos la cabeza, vemos el mundo de color de rosa y nos sentimos flotando.

    Es decir LAS ANFETAMINAS NATURALES TE PONEN A CIEN.

El 50% de las mujeres entrevistadas para el libro Por qué necesitan las mujeres del chocolate confesó que elegiría el chocolate antes que el sexo. Hay quienes al chocolate lo llaman EL PROZAC VEGETAL.

En una de las aventuras de Charlie Brown se puede leer "una buena manera de olvidar una historia de amor es comerse un buen pudin de chocolate".

Su actividad perdura de 2 a 3 años, incluso a veces más, pero al final la atracción bioquímica decae. La fase de atracción no dura para siempre. La pareja, entonces, se encuentra ante una dicotomía: separarse o habituarse a manifestaciones más tibias de amor -compañerismo, afecto y tolerancia-. Dos citas muy interesantes son:

El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo.
Enrique Jardiel Poncela.

El amor es como Don Quijote: cuando recobra el juicio es para morir.
Jacinto Benavente

Con el tiempo el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias y toda la locura de la pasión se desvanece gradualmente, la fase de atracción no dura para siempre y comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de pertenencia dando paso a un amor más sosegado. Se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz. Dicho estado está asociado a otra DUCHA QUÍMICA. En este caso son las endorfinas -compuestos químicos naturales de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos- los que confieren la sensación común de seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al perder al ser querido, dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos.

Para conservar la pareja es necesario buscar mecanismos socioculturales (grata convivencia, costumbre, intereses mutuos, etc.), hemos de luchar por que el proceso deje de ser solo químico. Si no se han establecido ligazones de intereses comunes y empatía, la pareja, tras la bajada de FEA, se sentirá cada vez menos enamorada y por ahí llegará la insatisfacción, la frustración, separación e incluso el odio.

Parece que tienen mayor poder estimulante los sentimientos y las emociones que las simples substancias por sí mismas, aquellos sí que pueden activar la alquimia y no al sentido contrario.

Un estudio alemán ha analizado las consecuencias del beso matutino, ése que se dan los cónyuges al despedirse cuando se van a trabajar. Los hombres que besan a sus esposas por la mañana pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, ganan de un 20% a un 30% más y viven unos ¡cinco años más! Para Arthur Sazbo, uno de los científicos autores del estudio, la explicación es sencilla: "Los que salen de casa dando un beso empiezan el día con una actitud más positiva".

Es cierto, no podemos negarlo, es un hecho científico que existe una química interna que se relaciona con nuestras emociones y sentimientos, con nuestro comportamiento, ya que hasta el más sublime está conectado a la producción de alguna hormona.

No hay una causa y un efecto en la conducta sexual, sino eventos físicos, químicos, psíquicos, afectivos y comunicacionales que se conectan de algún modo, que interactúan y se afectan unos a otros.

Existe, sí, una alquimia sexual, pero se relaciona íntimamente con los significados que le damos a los estímulos, y éstos con el poder que les ha concedido una cultura que, a su vez, serán interpretados por cada uno que los vive de acuerdo con sus recursos personales y su historia. Esperemos que estos estudios en un futuro nos conduzcan a descubrir aplicaciones farmacológicas para aliviar las penas de amor.

Espero que una vez leído este artículo no le digáis a vuestra pareja después de hacer el amor: "he tenido una sensación sumamente agradable producto del aumento de testosterona y la disminución consiguiente de serotonina", entre otras cosas porque os estrangularía.

Para terminar otras interesantes citas:

Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre
de labios de una mujer.
Antonio Machado

El amor es ciego, el matrimonio le devuelve la vista.

lunes, 30 de enero de 2012

Donde esta el amor?



Portada de Inocencia radical de Elsa Punset
Web de Inocencia radical
¿Donde esta el amor?

… “Pensaba que el amor vendría como la brisa o un huracán y teñiría mi vida con su color. El amor no puede desplegarse en un terreno inhóspito, pero no me daba cuenta”…

…” ¿Donde esta el amor? Hubiese bastado con levantar una piedra, abrir los ojos, apartar la hojarasca. Allí estaba el amor. En todas partes. Mas tenaz y corriente que la materia, solo que callado e invisible. A la espera de que alguien o algo le diese raíces y alas.

La respuesta era tan evidente que la pase por alto. El amor esta en todas partes: solo necesita que lo materialicemos, que lo expresemos, que lo manifestemos de forma palpable. Es una elección visible, deliberada.”

“Cuando no elegimos el amor, cuando olvidamos o rechazamos darle forma, calla hasta volverse invisible. Cuando lo esperamos de manera pasiva, solo se manifiesta por su áspera ausencia.”

…”Veamos el paisaje humano. Por un lado estamos la mayoría: los olvidadizos, los apresurados, los miedosos, los cínicos, los perezosos y los descuidados. Olvidamos o descuidamos generar las palabras de aliento que nutren, los gestos de complicidad que protegen, las miradas que comprenden, todo aquello que físicamente manifiesta y encarna al amor. Escatimamos el amor como si fuese un bien escaso. Lo reservamos para las noches de gloria y los momentos de despedida. Estamos tan acostumbrados a vivir en la ausencia de amor que apenas nos damos cuenta.

También están los enemigos manifiestos del amor, aquellos que lo niegan para poder jugar con cartas trucadas…. Quienes utilizan la mentira, la violencia y la injusticia para colonizar a los demás diezman la vida mientras el amor se retrae y se agazapa en una tensa espera.

Y sin embargo, un repaso a la historia revela que caminamos, en una escala de tiempo que no siempre somos capaces de apreciar, hacia el amor. ¿No lo crees?… 

Meditación 20


Anthony de Mello; Una llamada al amor.


Cuando estas enamorado, te sorprendes a ti mismo mirando a todo el mundo con ojos distintos; te vuelves generoso, compasivo, bondadoso, donde antes tal vez eras duro y mezquino. E, inevitablemente, los demás comienzan a reaccionar para contigo de la misma manera, y, no tardas en comprobar que vives en un mundo de ternura que tú mismo has creado.

En cambio, cuando lo que predomina en ti es el mal humor y te irritas fácilmente te muestras ruin, suspicaz y hasta paranoide, enseguida compruebas que todo el mundo reacciona ante ti de manera negativa, y te encuentras viviendo en un mundo hostil, creado por tu mente y tus emociones.

¿Cómo podrias intentar crear un mundo feliz, amable y pacifico? Aprendiendo el sencillo y hermoso, aunque arduo,”arte de mirar”. Se trata de hacer lo siguiente: cada vez que te encuentres irritado o enojado con alguien, a quien tienes que mirar es a ti, no a esa persona. Lo que tienes que preguntarte no es: “¿que le pasa a ese individuo?” sino “¿Qué pasa conmigo que estoy tan irritado?”.

Intenta hacerlo ahora mismo. Piensa en alguna persona cuya sola presencia te saque de quicio y formúlate a ti mismo esta dolorosa pero liberadora frase: “la causa de mi irritación no está en esa persona sino en mi mismo” Una vez dicho esto, trata de descubrir por qué y cómo se origina esta irritación. En primer lugar, considera la posibilidad, muy real, de que la razón por la que te molestan los defectos de esa persona, o lo que tú supones que lo son, es porque tú mismo tienes esos defectos, lo que ocurre es que los has reprimido, y por eso los proyectas inconscientemente en el otro. Esto sucede casi siempre, aunque casi nadie lo reconoce.
Trata, pues de descubrir los defectos de esa persona en tu propio interior, en tu mente inconsciente, y tu irritación se convertirá en agradecimiento hacia dicha persona, que con su conducta te ha ayudado a desenmascararte.
Otra cosa digna de considerar es la siguiente: ¿No será que lo que te molesta de esa persona es que sus palabras o su comportamiento ponen de relieve algo de tu vida y de ti mismo que tú te niegas a ver? Fíjate como nos molestan el místico y el profeta que parecen alejarse mucho de lo místico o de lo profético cuando nos sentimos cuestionados por sus palabras o por su vida.
Una tercera cosa también esta muy clara: tú te irritas contra esa persona porque no responde a las expectativas que has sido “programado” para abrigar respecto a ella. Tal vez tengas derecho a exigir que esa persona responda a tu “programación”, siendo, por ejemplo cruel o injusta, en cuyo caso no es preciso que sigas considerando esto. Pero si tratas de cambiar a esa persona o de poner fin a su comportamiento, ¿NO seria mucho más eficaz si no estuvieras irritado? La irritación solo conseguirá embotar tu percepción y hacer que tu acción sea menos eficaz. Todo el mundo sabe que cuando un deportista pierde los nervios, la calidad de su juego decrece, porque la pasión y el acaloramiento le hacen perder coordinación. En la mayoría de los casos, sin embargo, no tienes derecho a exigir que la otra persona responda a tus expectativas; otras personas en tu lugar, ante dicho comportamiento, no experimentarían irritación alguna. No tienes más que pensar detenidamente en esta verdad, y tu irritación se diluirá. ¿No es absurdo por tu parte exigir que alguien viva con arreglo a los criterios y normas que tus padres te han inoculado?
Finalmente, he aquí otra verdad que deberías considerar: teniendo en cuenta la educación, la experiencia y los antecedentes de esa persona, seguramente no puede dejar de comportarse como lo hace. Alguien ha dicho, con mucho acierto, que comprender todo es perdonar todo. Si tú comprendes realmente a esa persona, la consideraras como una persona deficiente, pero no censurable, y tú irritación cesará al instante. Y enseguida comprobaras que comienzas a tratar a esa persona con amor y que ella te responde del mismo modo, y te encontraras viviendo en un mundo de amor que tú mismo has creado.

jueves, 26 de enero de 2012

Despedidas - Katie Melua


I Cried For You

Lloré por ti , y cuando te fuiste
me convertí en un vagabundo
sin esperanzas.
Pero esta vida no era para ti
Aprendí de ti
que la belleza solo necesita
ser un susurro.
Cruzaré el mar, hacia
un mundo diferente.
Sin ti, ahora veo
lo frágil que puede ser
el mundo.
Y sé que te has ido
Pero en mi corazón
Te quedaras siempre


lunes, 23 de enero de 2012

Llenalo de Amor - Amado Nervo




Amado Nervo.
Siempre que haya un hueco en tu vida,
Llénalo de amor.
Adolescente, joven, viejo:
Siempre que haya un hueco en tu vida,
llénalo de amor.
En cuanto sepas que tienes delante de ti un tiempo baldío,
ve a buscar al amor.
No pienses: “Sufriré”.
No pienses: “Me engañarán”.
No pienses: “Dudaré”.
Ve, simplemente, diáfanamente, regocijadamente,
en busca del amor.
¿Qué índole de amor?
No importa.
Todo amor está lleno de excelencia y de nobleza.
Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas…
pero ama siempre.
No te preocupes de la finalidad de tu amor.
Él lleva en sí mismo su finalidad.
No te juzgues incompleto porque no responden a tus ternuras:
el amor lleva en sí su propia plenitud.

Siempre que haya un hueco en tu vida,
llénalo de amor.

domingo, 22 de enero de 2012

Meditación 9 Anthony de Mello; Una llamada al amor.


Enlace a la Web Oficial de A. de Mello
Imagina que tienes un receptor de radio que, por mucho que gires el dial, solo capta una emisora. Por otra parte, no puedes controlar el volumen, unas veces, el sonido apenas es  audible; otras, es tan fuerte que te destroza los tímpanos. Y además, es imposible apagarla y, aunque a veces suena bajo, de pronto se pone a sonar estruendosamente cuando lo que quieres es descansar y dormir. ¿Quien puede soportar una radio que funciona de semejante modo? Y, Sin embargo, cuando tú corazón se comporta de un modo parecido, no solo lo soportas, sino que lo consideras normal y hasta humano.

Piensa en las numerosas veces que te has visto zarandeado por tus emociones, que has sufrido accesos de ira, de depresión, de angustia, cuando tu corazón se ha empeñado en conseguir algo que no tenias, o en aferrarte a algo que poseías, o en evitar algo que no deseabas. Estabas enamorado, por ejemplo, y te sentías rechazado o celoso; de pronto, toda tu mente y tu corazón empezaron a centrarse exclusivamente en este hecho, y el banquete de la vida se trocó en cenizas en tu boca. O estabas empeñado en ganar unas elecciones, y el fragor del combate te impedía escuchar el canto de los pájaros: tu ambición  ahogaba cualquier sonido que pudiera “distraerte”.O te enfrentabas a la posibilidad de haber contraído una grave enfermedad, o la perdida de un ser querido, y te resultaba imposible concentrarte en cualquier otra cosa…

En suma, en el momento en que te dejas atrapar por un apego, deja de funcionar ese maravilloso aparato que llamamos el corazón Humano”. Si deseas reparar tu aparato de radio, tienes que estudiar radio electrónica. Si deseas reformar tu corazón, tienes que tomarte tiempo para pensar seriamente en cuatro verdades liberadoras. Pero antes elige algún apego que te resulte verdaderamente inquietante, algo a lo que estas aferrado, algo que te inspire temor, algo que ansíes vehementemente… y ten presente ese apego mientras escuchas tales verdades.

Primera verdad: Debes escoger entre tu apego y la felicidad. No puedes tener ambas cosas. En el momento en que adquieres un apego, tu corazón deja de funcionar como es debido, y se esfuma tu capacidad de llevar una existencia alegre, despreocupada y serena. Comprueba cuan verdadero es esto, si lo aplicas al apego que has elegido.

Segunda verdad: ¿De donde te vino ese apego? No naciste con él, sino que brotó de una mentira que tu sociedad y tu cultura te han contado, o de una mentira que te has contado tú a ti mismo, a saber, que sin tal cosa o la otra, sin esa persona o la de más allá, no puedes ser feliz. Simplemente, abre los ojos y comprueba la falsedad de semejante aserto. Hay centenares de personas que son perfectamente felices sin  esa cosa, esa persona o esa circunstancia que tú tanto ansias y sin la cual estas convencido de que no puedes ser feliz. Así pues, elige entre tu apego y tu libertad y felicidad.

Tercera Verdad: si deseas estar plenamente vivo, debe adquirir y desarrollar el sentido de la perspectiva. La vida es infinitamente más grande que esa nimiedad a la que tú corazón se ha apegado y a la que tú has dado el poder de alterarte de ese modo. Una nimiedad, si, porque, si vives lo suficiente, es muy fácil que algún día esa cosa o persona deje de importarte… y hasta puede que ni siquiera te acuerdes de ella, como podrás comprobar por experiencia. Hoy mismo, apenas recuerdas aquellas tremendas tonterías que tanto te inquietaron en el pasado y que ya no te afectan en lo más mínimo.

Y llegamos a la Cuarta Verdad, que te lleva a la inevitable conclusión de que ninguna cosa o persona que no seas tú tiene el poder de hacerte feliz o desdichado. Seas o no consciente de ello, eres tú, y nadie más que tú, quien decide ser feliz o desdichado, según te aferres o dejes de aferrarte al objeto de tu apego en una situación dada.

Si reflexionas sobre estas verdades, puede que tomes conciencias de que tu corazón se resiste a ellas o que por el contrario, busca razones en su contra y se niega a tomarlas en consideración. Será señal de que tus apegos no te han hecho aún sufrir lo bastante como para desear realmente reparar tu “Radio espiritual”. También es posible que tu corazón no se resista a dichas verdades, en tal caso, alégrate de ello: es señal de que el arrepentimiento, la remodelación de tú corazón ha comenzado, y de que al fin, la vida reconfortantemente despreocupada de los niños, se ha puesto a tú alcance, y estas a punto de tocarlo con los dedos y tomar posesión de él.